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Visiones Infierno de imágenes soñadas que el día sabe dominar aún, humea dentro de los sueños, en sus grietas, hierve, tiembla como un volcán, empuja hacia arriba desde los oscuros fondos — la luz no entrelaza más cadenas— induce a que atormentadores se aúnan, arriero, rebenqueando al sosiego: Mis pies me caminan por la arena cálida y silenciosa a orillas del mar, en el anochecer se perfila la bahía entonando dulces notas en un arco de un arpa... no camino yo, la playa anda debajo de mis pies muy lento desfilan escollos por la derecha... de sus rendijas brotan sombras aleteando con sus mantos negros, amplios que arriba, abajo con su hálito helado congelan mi corazón... allá, detrás de esta lengua rocosa se abre engañosamente el espejo de una nueva ensenada... es la misma bahía son las mismas sombras, las capuchas esconden los rostros que no son caras... su silencio hace que los escollos crezcan, perdiéndose en algún lugar allá en el espacio... yo sé que las piedras son capaces de vivir... están arando la arena, imposible de detener queriendo maliciosamente empujarme a la mar...
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