--------SI SE CONTEMPLA BIEN ...
MIRÁNDOLO BIEN -
-dijo la Sra. X a la Sra. J-
debe sufrir ahora
las consecuencias este Sr. Z;
-bajaba entonces
su voz a un tono de confianza-;
¿se recuerda Ud.
que hace un ano recién
le dije
que ellos formaban una pareja de bien?
-EN EL FONDO -sabía la otra-
es obvio también,
si contínuamente
se deja a su esposa sola,
es de esperar
que ella no ha de caer en melancolía
y además tenía
un nido, una casa ...
-SI SE contempla -la interrumpió la Sra. X-
a la luz del día,
siempre se repite
la misma teoría:
dos se aman
y en el momento que menos se pensaría
los hombres sólo
del trabajo corren detrás,
pero nosotras, las mujeres
simplemente necesitamos más
y para entender eso
cada uno debería ser capaz!
-Si -contestaba la Sra. J-,
así son los hombres, lo lamento,
¿pero se dio cuenta Ud.
qué cantidad de vestidos
la Sra. Z ha de tener?
¡y sí, por Dios , no la envidio!
EN EL FONDO -siguió acalorándose-,
hay que mantener los pies sobre la tierra
y no exagerar tanto
como esta Sra. Z.
No sé
cómo se lo describiría:
ella siempre estaba actuando
como una estrella, ¡al menos así lo parecía!
-MIRÁNDOLO BIEN, él puede
causar lástima, ¿no es cierto?
meditó la Sra. X, y coquetamente
pasó la mano por su cabello teñido
cuando el Sr. Z, aparecido como de la nada,
estaba parado detrás de ellas.
Contra la pared
se retiraron las damas,
un saludo risueno
-eran ya conocidas-
y el Sr. Z salió,
su paso acompasado.
-MIRÁNDOLO BIEN, se ve feliz
a pesar de su desdicha, después de todo,
¿o puede ser, a lo mejor,
que ni siquiera se siente afectado?
-suponía la Sra. X, y
sus pensamientos acompanaban al Sr. Z-.
MIRÁNDOLO BIEN, siempre
ha sido amable, con tanta deferencia...,
creo -sonriéndose maliciosamente-
de mi cama no lo echaría.
Le digo -se dirigió ahora
a la Sra. J-: ¡tenga cuidado!,
puede ocurrir,
antes que Ud. lo haya pensado,
que por esa Sra. Z su marido
fuera cortejado.
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