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Alemán

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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--------SI SE CONTEMPLA BIEN ...

MIRÁNDOLO BIEN -

             -dijo la Sra. X a la Sra. J-

debe sufrir ahora

             las consecuencias este Sr. Z;

-bajaba entonces

             su voz a un tono de confianza-;

¿se recuerda Ud.

             que hace un ano recién

le dije

             que ellos formaban una pareja de bien?

-EN EL FONDO -sabía la otra-

es obvio también,

             si contínuamente

se deja a su esposa sola,

             es de esperar

que ella no ha de caer en melancolía

             y además tenía

un nido, una casa ...

-SI SE contempla -la interrumpió la Sra. X-

             a la luz del día,

siempre se repite

             la misma teoría:

dos se aman

             y en el momento que menos se pensaría

los hombres sólo

             del trabajo corren detrás,

pero nosotras, las mujeres

             simplemente necesitamos más

y para entender eso

             cada uno debería ser capaz! 

 

             -Si -contestaba la Sra. J-,

así son los hombres, lo lamento,

             ¿pero se dio cuenta Ud.

qué cantidad de vestidos

             la Sra. Z ha de tener?

¡y sí, por Dios , no la envidio!

             EN EL FONDO -siguió acalorándose-,

hay que mantener los pies sobre la tierra

             y no exagerar tanto

como esta Sra. Z.

             No sé

cómo se lo describiría:

             ella siempre estaba actuando

como una estrella, ¡al menos así lo parecía!

 

-MIRÁNDOLO BIEN, él puede

             causar lástima, ¿no es cierto?

meditó la Sra. X, y coquetamente

             pasó la mano por su cabello teñido

cuando el Sr. Z, aparecido como de la nada,

             estaba parado detrás de ellas.

Contra la pared

             se retiraron las damas,

un saludo risueno

             -eran ya conocidas-

y el Sr. Z salió,

             su paso acompasado.

-MIRÁNDOLO BIEN, se ve feliz

             a pesar de su desdicha, después de todo,

¿o puede ser, a lo mejor,

             que ni siquiera se siente afectado?

-suponía la Sra. X, y

             sus pensamientos acompanaban al Sr. Z-.

MIRÁNDOLO BIEN, siempre

             ha sido amable, con tanta deferencia...,

creo -sonriéndose maliciosamente-

             de mi cama no lo echaría.

Le digo -se dirigió ahora

             a la Sra. J-: ¡tenga cuidado!,

puede ocurrir,

             antes que Ud. lo haya pensado,

que por esa Sra. Z su marido

             fuera cortejado. 

 

© Copyright by Peter-Michael Sperlich. Todos los derechos reservados.