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Frente al mar
Disfruto tanto sentarme
a tus pies;
en nuestra conversación callada
estás raptando mi alma
hacia más allá del horizonte.
Escucho con devoción
tus historias infinitas:
compartiendo la dulce alegría
y la ira poderosa
emergiendo de las olas quebradas del tiempo.
Me deleito contigo,
cuando tu hijo juega con nosotros;
rozando con ímpetu o ligeramente
nuestras caras
en libertad despreocupada y embriagante.
Siento contigo
cuando das a luz el día,
magia de cambiantes
haces de amor,
ofrendas de fe y esperanza.
Disfruto tanto sentarme
a tus pies;
tu ternura
me debilita,
tu fuerza
me fortalece
en el diario
ir y venir
de los hombres.
© Copyright by Peter-Michael Sperlich. Todos los derechos reservados.
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