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Despedida
Profunda quietud se ha apoderado de mi cuarto,
la puerta, recién abierta, descansa firmemente en su marco,
para siempre, una parte mía te llevaste
contigo, y no más que mi tristeza me dejaste.
Aquel lugar, recién allí sentada ... tan desierto ...
tu perfume, llamado esperanza, en el aire inserto,
el pasillo, hace tiempo, dejó tu paso de percibir,
y aquí ... mi diminuta vida, apenas se hace sentir.
Qué grande hace horas ella me pareció -
Qué tan profundo el sentir que nos unió -
Qué lejos las almas se fugan en conformidad
hasta rozando la eternidad.
Contigo nuestro silencio se fue, no está más,
y tan helada calma dejaste tú atrás,
soy de mi mismo prisionero,
desde hoy, de mí sólo resta un retazo.
© Copyright by Peter-Michael Sperlich. Todos los derechos reservados.
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